El dolor de mandíbula es un síntoma común que puede ser causado por diversas enfermedades. Por lo general, no es grave y puede mejorar con tratamientos simples. Sin embargo, no debe pasarse por alto, a riesgo de que se le bloquee la mandíbula y le resulte difícil comer.
Descripción del dolor de mandíbula
Dependiendo de su origen, el dolor de mandíbula puede aparecer repentinamente con un dolor intenso o, por el contrario, aparecer con el tiempo y manifestarse como un malestar difuso en la mandíbula. En algunos casos, la incomodidad o el dolor pueden localizarse específicamente en la articulación.
Recuerde que en los humanos, la mandíbula está formada por dos huesos, la mandíbula, en la parte superior y la mandíbula, en la parte inferior. Este último está conectado al cráneo por la articulación temporomandibular. Es esta articulación la que le da movilidad y también puede ser fuente de dolor.
Muchos otros síntomas pueden estar asociados con el dolor de mandíbula, como:
- hinchazón de la mandíbula o la cara;
- dolor en la cara, oídos, cuello y algunas veces hasta los hombros;
- dolores de cabeza (dolor de cabeza);
- dificultad para masticar o tragar;
- hinchazón de las encías o los ganglios linfáticos del cuello.
Causas del dolor de mandíbula
Las causas del dolor de mandíbula son muy diversas. Entre las más habituales se encuentran las denominadas causas "biomecánicas", es decir, afectan a los huesos, ligamentos o músculos de la mandíbula:
- fracturas
- dislocación, también llamada dislocación de la mandíbula;
- maloclusión dental (es decir, cuando los dientes superiores e inferiores no encajan correctamente);
- osteoartritis en la articulación de la mandíbula;
- Artritis Reumatoide;
- Síndrome algo-disfuncional del sistema manducador (o SADAM), que afecta la articulación entre la mandíbula y uno de los huesos del cráneo (el temporal).
Algunos cánceres pueden aparecer en la mandíbula. Dependiendo del tejido del que se desarrollen, se distinguen diferentes tipos:
- osteosarcoma, que se desarrolla a partir de las células de los huesos;
- condrosarcoma, que se desarrolla a partir de células de cartílago;
- fibrosarcoma, que está formado por tejido fibroso;
- sarcoma y carcinoma odontogénico, que son tumores excepcionalmente raros de origen dental.
El estrés o la ansiedad también son causas comunes de dolor de mandíbula, ya que harán que los músculos se tensen o rechinen los dientes (bruxismo). Este comportamiento inconsciente puede tener lugar durante el día o durante el sueño. En este último caso, es más grave, porque es totalmente incontrolable.
En raras ocasiones, un dolor intenso en la mandíbula puede indicar osteonecrosis maxilar, que es la destrucción del hueso por falta de flujo sanguíneo.
Evolución y posibles complicaciones del dolor de mandíbula.
El pronóstico del dolor de mandíbula depende de la causa subyacente del dolor. Pero el principal riesgo, si se pasa por alto este síntoma, es tener la mandíbula bloqueada y no poder comer. La enfermedad que la causa también puede empeorar y volverse más difícil de tratar. Por tanto, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuado.
Tratamiento y prevención: ¿qué soluciones?
El tratamiento para el dolor de mandíbula dependerá de la enfermedad que lo cause. A menudo, el dolor de mandíbula se puede aliviar temporalmente tomando analgésicos de venta libre o aplicando hielo en el área durante unos minutos. Il est également recommandé de préférer les aliments faciles à mâcher (le yogourt, la purée de pommes de terre, la soupe ou les œufs brouillés) et d'éviter les mouvements excessifs de la mâchoire, tel que des larges bâillements, ou de mâcher du goma de mascar.
Cuando el estrés es la causa del dolor de mandíbula, existen varias opciones: hacer yoga, meditación, relajación o cualquier actividad que pueda promover la relajación. También se puede considerar el uso de aparatos ortopédicos pequeños (placa de mordida) por la noche para ayudar a aliviar el dolor durante el bruxismo nocturno.
Si el dolor y otros síntomas persisten, se recomienda contactar a un médico. Su médico podrá realizar un examen médico completo para determinar la causa exacta del dolor y adaptar el tratamiento.