La liquenificación es una reacción de la piel, que se manifiesta por un engrosamiento de la piel. Esta enfermedad aparece como reacción al rascado repetido y prolongado. ¿Cuáles son las razones por las que la piel reacciona engrosándose o endureciéndose? ¿Cuáles son los posibles tratamientos?
¿Qué es la liquenificación?
La liquenificación es un engrosamiento de la piel en parches de color rosado-bistre luego de color marrón y entrecruzados irregularmente por surcos profundos. Modo de reacción de la piel, se debe al rascado crónico y local.
Por tanto, es una consecuencia frecuente de enfermedades de la piel como el eccema.
Sin embargo, la liquenificación también puede aparecer por tics de rascado, sin picor inicial, en personas ansiosas, en zonas específicas: cuello, tobillos, mano, zona genital, etc. Hablamos entonces de liquenificación primitiva. También puede aparecer por cuidados excesivos de higiene. Estas son enfermedades psicosomáticas.
¿Por qué nos rascamos?
Un síntoma no doloroso pero molesto, el picor o picor de la piel, provoca la necesidad de rascarse, de forma generalizada o localizada. Por supuesto, una picazón leve y transitoria es perfectamente normal, pero se vuelve anormal cuando es responsable de un daño en la piel debido a un rascado excesivo, o incluso lo suficientemente vergonzoso como para requerir una consulta.
Las razones para rascarse son numerosas y pueden tener orígenes tanto nerviosos como fisiológicos. A veces es imposible conocer el verdadero origen del rascado.
Primero, la picazón puede ser causada por afecciones de la piel:
- Sequedad o xerosis;
- Eccema de contacto (causado por un alérgeno);
- Eccema atópico (en bebés y niños pequeños);
- Urticaria (manchas rojas);
- Psoriasis (manchas rojas escamosas);
- Liquen plano (lesiones en manos, pies, muñecas y antebrazos, rodillas);
- Foliculitis (enfermedad inflamatoria de los pelos y su raíz);
- Dermatitis seborreica (manchas rojas en el cuero cabelludo).
El prurito también puede ser causado por factores alergénicos, irritantes o ambientales, en relación con:
- Un ingrediente contenido en un cosmético;
- Metales contenidos en joyería;
- Materiales irritantes, como plástico, látex;
- Textiles, tintes o resinas que entran en contacto con la piel;
- Cáusticos;
- Alergias a ciertos alimentos.
Algunos medicamentos también pueden causar picazón, como aspirina, antibióticos, antipalúdicos, opiáceos (para tratar el dolor) y antihipertensivos (betabloqueantes).
Tampoco debemos olvidar las condiciones ambientales que pueden provocar picor: calor y sol, variaciones de humedad y temperatura. Los insectos, plantas y parásitos también pueden estar en el origen (mosquitos, piojos, pulgas, abejas, ortigas, etc.).
Finalmente, la picazón es potencialmente un signo de posibles infecciones: candidiasis, varicela, culebrilla, herpes. También tienen lugar durante los cambios hormonales, como durante el embarazo o después de la menopausia.
La liquenificación es secundaria en casos de dermatosis pruriginosa asociada (psoriasis, liquen escleroso). Estas son lesiones causadas por rascado repetido y prolongado de parches de eccema o psoriasis. En todos los casos hay un engrosamiento cutáneo: la piel se engrosa para poder defenderse. Aparecen lesiones de rascado rosadas y luego marrones, con una acentuación del patrón de cuadrícula normal de la piel.
¿Cuáles son los efectos de la liquenificación?
En la piel aparece una placa desarrollada e hiperpigmentada, en proporciones variables, pero bien delimitada. Con líneas cutáneas exageradas y un aspecto engrosado, estas placas son características de la liquenificación. Estas placas pican, se secan, escaman, tienen forma ovalada o angular. Aparecen en las piernas, los brazos, el cuello, la parte superior del tronco y el área anal.
¿Cuáles son los posibles tratamientos?
El tratamiento se basa en:
- Tratamiento de dermatosis preexistente;
- Psicoterapia de apoyo, tranquilizantes;
- Terapia local con corticosteroides.
Primero se puede tratar una causa subyacente (estrés, irritación, alergias, etc.). Luego, lo trataremos con un corticosteroide tópico fuerte durante 2 a 4 semanas, hasta que la condición de la piel vuelva a la normalidad. El prurito tratado normalmente desaparece en unos pocos días. Es recomendable hidratar con cremas emolientes y hipoalergénicas.
¿Cuándo consultar?
Es recomendable consultar cuando el rascado se vuelve recurrente y la piel demasiado dolorosa, afectada por numerosos parches secos y escamosos. Tenga cuidado de no esperar demasiado antes de consultar porque entonces entramos en un círculo vicioso de rascado crónico que conduce a picazón adicional.