1. Adopto una buena higiene
Para tener pies hermosos y saludables, deben lavarse a fondo.
Una buena higiene de los pies implica un lavado suave, insistiendo entre los dedos, seguido de un secado completo. El secado adecuado evita el riesgo de candidiasis en los pies.
Y no olvide cambiarse los calcetines todos los días o después de cada período de sudoración.