¿Cómo imaginamos la enfermedad en la Edad Media?
Para los médicos antiguos, todas las enfermedades eran somáticas. Las enfermedades del alma eran, según ellos, sólo una invención de los moralistas. Pero para el hombre medieval, tanto en el Occidente cristiano como en el mundo islámico, es imposible separar los acontecimientos corporales de su significado espiritual. La relación entre cuerpo y alma se concibió de una manera tan estrecha y entretejida que las enfermedades eran necesariamente psicosomáticas. Para Avicena, por ejemplo, las pasiones son una de las causas de la enfermedad.
Para los médicos cristianos, la enfermedad es ante todo un trastorno moral. Así, la enfermedad habría aparecido entre los hombres como resultado del pecado original. Todo enfermo es un pecador que expía una falta. La enfermedad se convierte entonces en un camino de redención, una prueba moral.